Si queréis darle un giro a vuestra clásica tortilla de patata no os podéis perder esta receta de hoy, en donde la cebolla no se fríe como siempre, sino que se le agrega después en forma de confitura. El resultado es una deliciosa tortilla de patata con un punto dulce, distinto al sabor habitual.
Para prepararla tenéis que buscar una mermelada o confitura de calidad que la encontraréis en tiendas gourmet o grandes superficies, pues será lo que marque la diferencia de sabor. Esta mermelada, al contrario de la de fruta, tiene una cantidad de azúcar moderada lo justo para darle un toque original a nuestra tortilla pero sin empalagar. También podéis hacerla casera.
Comenzaremos pelando y picando en láminas las patatas. Seguidamente ponemos una sartén antiadherente al fuego con abundante aceite de oliva y freímos en él las patatas hasta que estén hechas pero blandas. Las retiramos con una espumadera escurriéndolas lo más posible del aceite y las reservamos en un bol.
Batimos los huevos en otro recipiente y le añadimos la mermelada de cebolla, salamos y seguidamente echamos las patatas fritas. Removemos y dejamos reposar durante diez minutos esta mezcla.
Retiramos el aceite de la sartén antiadherente y volcamos la mezcla dejándola cuajar durante unos minutos a fuego medio, le damos la vuelta con un plato y la hacemos por el otro lado hasta que la veamos cuajada a nuestro gusto.
Con qué acompañar la tortilla de patata con mermelada de cebolla
La tortilla de patata con mermelada de cebolla os va a sorprender con su mezcla de sabores dulces y salados. Yo la suelo servir cortada en cuadraditos como aperitivo, y es que me parece más adecuada para tomar como una tapa original en pequeñas porciones, que en un trozo grande como hacemos con la tortilla clásica. Y si os podéis hacer con unos buenos huevos camperos como con los que la he preparado yo, pues entonces de diez.
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