Además de lo bonitas que resultan estas red velvet cookies, lo que más me gustó de ellas es lo deliciosas que están. Por fuera se forma una capa crujiente que se agrieta al hornearse, y por dentro están maravillosamente tiernas. Con lo que os he explicado supongo que no os extrañará que os diga que duraron apenas una tarde.
Os aconsejo que no retiréis las galletas del papel de hornear hasta que estén templadas, pues al sacarlas del horno están blandas y al enfriarse se endurecen un poco, de este modo será más fácil retirarlas del papel. Por supuesto, si usar colorante no os convence prescindid de él, quedarán igual de buenas y su color será más oscuro.
Si usamos la Thermomix, ponemos el vaso la harina, el cacao, la sal, la levadura y el bicarbonato, mezclamos 5 seg/vel 5. Retiramos a un bol y reservamos. Ponemos en el vaso la mantequilla y el azúcar y mezclamos 30 seg/vel 3. Incorporamos el huevo, la vainilla, la leche, el zumo de limón y el colorante. Sin poner el cubilete, mezclamos 1 min/vel 3 y vamos añadiendo por la abertura la mezcla de harina reservada.
Si no usamos la Thermomix, mezclamos en un bol la harina, el cacao, la sal, la levadura y el bicarbonato y reservamos. Con una batidora de varillas batimos el azúcar y la mantequilla hasta que quede una crema. Añadimos el huevo, la vainilla, la leche, el zumo de limón y el colorante y batimos de nuevo. Por último, incorporamos la mezcla de harina y removemos con una cuchara hasta que esté todo integrado.
En ambas preparaciones, ponemos la masa en un bol limpio, tapamos con film transparente y reservamos en el frigorífico durante 2 horas. Precalentamos el horno a 175ºC. Forramos dos bandejas de horno con papel de hornear. Hacemos 30 bolitas con la masa del tamaño de una nuez (unos 15 g cada una) y las rebozamos en el azúcar molido.
Repartimos las bolitas entre las dos bandejas, ligeramente separadas entre sí pues al cocerlas crecerán. Horneamos cada bandeja durante 10 minutos. Cuando saquemos la primera bandeja, colocamos el papel con las galletas horneadas sobre la rejilla para que se enfríen antes de servirlas.
Con qué acompañar las red velvet cookies
Estas red velvet cookies son ideales para presentar con el café o té de después de comer, pues no son nada pesadas y sirven para poner un delicioso punto final a cualquier menú. Os aconsejo que las guardéis en una caja hermética para que se guarden en las mejores condiciones.
