Al igual que cuando preparamos las torrijas de Baileys sustituimos parte de la leche del remojo por crema irlandesa de whisky, hoy hemos preparado un helado de Baileys casero con la misma técnica y el resultado ha sido auténticamente delicioso.
El mismo helado podéis prepararlo con otros licores como crema de orujo, crema de café o con cualquier otro licor que os guste y que tenga esta textura espesa. Como no lleva demasiada cantidad de licor y además durante la preparación le vamos a dar un hervor para que espese, el helado resultante prácticamente no tiene alcohol.
Comenzamos disolviendo la cucharadita de maizena en 50 ml de leche fría. En un cazo, ponemos el Baileys con la nata líquida y el resto de la leche entera, incorporando la miel y llevándolo a ebullición.
Cuando comience a hervir, añadimos la leche con la maicena disuelta en el cazo y mezclamos bien. Mantenemos la ebullición mientras nuestra crema va espesando, removiendo con las varillas para evitar que el helado se pueda pegar en el cazo.
Tras unos 15 minutos, una vez el helado ha espesado gracias a la acción de la maizena apagamos el fuego y dejamos que la crema se enfríe. Es bueno poner un plástico o film de cocina en contacto con la crema para evitar que haga costra.
Metemos la crema en la heladora para que se manteque durante unas 3 horas o ponemos el helado en un tupper y lo metemos en el congelador, removiendo cada 30 minutos durante 3 horas para evitar que se formen cristales.
Con qué acompañar el helado de Baileys casero
Este helado de Baileys casero es idóneo para tomar a cucharadas y también es delicioso para preparar unos sandwiches o "cortes" utilizando obleas o galletas de barquillo. Reconoceréis el clásico sabor de la crema irlandesa de whisky en cuanto lo probéis.
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