Uno de mis postres favoritos es el flan clásico, el de toda la vida, pero de vez en cuando me apetece variar y añadirle nuevos ingredientes que le cambien la textura y le aporten un sabor distinto, como es el caso de este flan de queso de cabra y huevo. Un postre que gustará a todos y además con la característica de que se puede modular su sabor con tal solo añadir un queso más o menos curado según vuestro gusto.
El queso fresco de cabra, de sabor un poco más ácido que otros quesos frescos, es rico en ácidos grasos, de textura mantecosa, más cremoso y blando que el de vaca, y además más fácil de digerir que otras variedades queseras. Con todas estas ventajas y un sabor inigualable, ¿por qué reservarlo solo para preparaciones saladas y no incluirlo en nuestros postres?
Comenzaremos realizando el caramelo líquido, para eso en un cacito echamos el azúcar y el agua, y calentamos a fuego medio hasta que se vaya caramelizando y adquiriendo un tono rubio. También podéis seguir esta receta. Repartimos el caramelo en ocho flaneras individuales o bien en una grande. Reservamos.
Después precalentamos el horno a 190 grados. En el vaso de una batidora añadimos las yemas, la leche, el azúcar, la maicena y finalmente el queso de cabra desmenuzado.
Batimos con una batidora de varillas hasta que veamos los ingredientes integrados. Repartimos en las flaneras, y colocamos estas en una fuente de horno en la que añadiremos unos dedos de agua, hasta que quede a la altura de casi la mitad de las flaneras. Horneamos durante 40 minutos a una hora si es en una flanera grande. También lo podéis cocer en la olla superrápida exprés durante 15 minutos. Dejamos enfriar en la nevera, mejor durante toda la noche, antes de desmoldar.
Con qué acompañar el flan de queso de cabra y huevo
Este flan de queso de cabra y huevo os va a conquistar con su textura y su sabor. Como casi todo este tipo de postres a base de huevo y dulces, combina a la perfección con unos frutos rojos o bien un poco de nata montada.
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