Alberto Chicote y su equipo de 'Pesadilla en la Cocina' se dedican a renovar negocios en donde la comida es el principal punto de atención, sin embargo, uno de sus casos más extremos llegó desde Granollers, en donde 'Brasasymas', el restaurante propiedad de un cocinero, ha ido en decadencia desde que éste no se sintiera con fuerzas para limpiar después de un año, por lo que se acumuló la suciedad en todos los espacios de la cocina, llegando a confesar que ha tenido que lidiar con una plaga de cucarachas.
En el capítulo emitido días pasados y retomado por la cadena de televisión La Sexta, se tocó el caso de un restaurante de paso, en donde el propietario, tras tener problemas de depresión por ver cómo las cosas iban mal en su negocio, sacaba a flote el restaurante de mala gana sin prestarle atención a la cuestión de la limpieza, lo que provocó no sólo una deuda de más de 100.000 euros, sino que, según Chicote, el lugar se convirtiera en un potencial foco de infección para alguna enfermedad.
Como se puede ver en las imágenes del capítulo, Redón afirma tener una plaga de cucarachas desde hace más de un año: "Tenemos una plaga de cucarachas desde este verano, me pedían 1.400 euros para fumigar, pero me es imposible eso. Se meten a la caja de la luz y calientan los cables. Incluso esta ventana no la abrimos nunca porque aquí también siempre hay".
Al respecto, al equipo de Chicote no le quedó opción más que contratar los servicios de fumigadores profesionales y poner manos a la obra para ordenar y limpiar la cocina después de preguntar a Redón: "¿Cómo puedes tener esto así? ¿Hace cuánto que no le pegas al jabón? ¿estás amargado y lo tienes cerdo? ¡Lo tienes guarro! Se puede estar amargado y tenerlo limpio".
Tras haber limpiado la acumulación grasa, suciedad y polvo en la cocina, el lugar sufrió una remodelación única: en el área de las mesas los colores pastel dejaron atrás el aspecto lúgubre del lugar, dándole paso a un espacio inspirado en las cafeterías de los años sesenta, así como la renovación también de su logo y el cambio de su nombre, con el que el chef del lugar estuvo de acuerdo, porque había "demasiados malos recuerdos y cosas que no son agradables".
La administración cayó en picada
Como en cualquier otro establecimiento en donde la atención al cliente es primordial, en este restaurante los involucrados, tanto los meseros como el mismo cocinero, dejaron ver que su organización va fatal, y es que, con dos chicos sirviendo platos, una de las meseras ha sido tachada de no hacer nada y esperar en la cocina: "Lo estoy haciendo lo mejor posible y todos a por mí" externó entre lágrimas, ante la presión a la que era sometida por sus demás compañeros.
Pero el dilema de la administración no terminó ahí ya que, cuando Chicote habló con Redón sobre las deudas del establecimiento, el presentador del programa lo cuestionó sobre un montón de facturas por pagar: "¿Has visto esta caja cuando has entrado? Facturas, facturas y más facturas".
Al respecto, la esposa del propietario comentó que "sé que (el restaurante) está en la mierda, pero no sé hasta qué punto porque no hablamos y no me cuenta nada", y para su sorpresa, cuando Chicote le pregunta a ella sobre cuánto cree que es el adeudo de su esposo, ella comenta que serán unos 100.000 euros, pero Redón le confirma: "El triple es", una respuesta que ella no se esperaba.
Fotos de Pesadilla en la Cocina