Desde que he descubierto el mundo de gelatina de Liz Hickok sueño con montañas de tan tembloroso ingrediente y en poder hundir una cuchara en cualquier de sus coloridas creaciones ¿No tenéis la misma sensación al contemplar su obra?
Hickok es una artista afincada en San Francisco versada en fotografía, vídeo y escultura, que un día descubrió que le apasionaba esculpir en gelatina las calles y monumentos más representativos de su país. Su obra ha sido muy alabada por los medios de comunicación, como The New York Times o San Francisco Magazine.
Para crear sus bellos monumentos en miniatura, la artista realiza previamente modelos a escala de la estructura que quiere reproducir, que usa posteriormente para hacer los correspondientes moldes. Cada elemento es entonces fundido en gelatina de distintos colores, que se ilumina de manera espectacular desde la parte trasera o desde abajo.
Por desgracia, la gelatina no es un material duradero, por eso el mundo de gelatina de Liz Hickok tiene que inmortalizarse en fotografías. Quién pudiera estar pendiente de dicha destrucción, cuchara en mano, para evitar cualquier desperdicio ¿Nos ofrecemos voluntarios?
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