Si queréis triunfar con un postre facilísimo de hacer, no dudéis en preparar esta panacotta de limón. Estos vasitos son simples, rápidos y muy suaves, además solo se necesitan unos pocos ingredientes que suele haber siempre en cualquier nevera y no precisa de horno, tan solo de unos minutos de cocción para obtener un resultado delicioso.
La pannacotta o panacotta, que en italiano literalmente significa nata cocida, es un postre típico de la región italiana de Piamonte. Es una preparación muy suave, perfecta para después de una comida abundante y normalmente tiene como ingrediente principal la nata. En este caso lleva también limón, aunque es fácil que encontréis recetas en donde se le añada gelatina en su elaboración.
Colocar en un cacito la nata y el azúcar, calentar a fuego medio y revolver para que se vaya disolviendo el azúcar. Llevar la preparación a ebullición y bajar el fuego cociéndolo durante tres minutos.
Retirar del fuego, añadir el zumo de limón y la ralladura, mezclar bien y dejar reposar cinco minutos para que se enfríe un poco. Colar la preparación con un colador o chino. Verter la mezcla en vasitos y refrigerar cuatro horas o hasta que cuaje. Verter por encima un poco de ralladura de limón para decorar.
Con qué acompañar la pannacotta de limón
Cuando por primera vez preparé esta panacotta de limón, me parecía imposible que con solo esos minutos de cocción pudiera coger densidad. Lo cierto es que después de las horas de enfriado se transforma en una crema suave pero a la vez con cuerpo, mucho menos pesada que otras que anteriormente había probado con gelatina entre sus ingredientes. Podemos servirla con unas hojas de menta o hierbabuena, o algunos frutos rojos.
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