Hoy quiero explicaros como preparar la receta de escalope de pollo para que os quede perfecto, es decir, crujiente y apetecible por fuera y muy jugoso por dentro, ya que si no se hace bien, este plato puede pasar de ser una delicia a ser un auténtico desastre.
El filete de pollo empanado es un plato jugoso y sabroso, que queda muy tierno y gusta tanto a grandes como a pequeños. Podéis servirlo tal cual, sin más añadidos o agregar al lado un cuenquito con fritura de tomate o con mayonesa casera.
La misma receta la podéis preparar con contramuslos de pollo, con pechugas o solomillo de pavo o incluso con filetes tiernos de cerdo, como los de jamón y el resultado será similar. Lo más importante es que los filetes no sean muy finos, para que no se resequen en el proceso. Un corte de un cm o algo menos, resulta el ideal.
Abrimos la pechuga y la cortamos en tres filetes no muy finos, estirándolos un poco con la maza para carne. Seguidamente, los salpimentamos al gusto y los pasamos por harina, que ayudará a que el huevo se adhiera mejor.
Batimos el huevo y pasamos las pechugas enharinadas por él y a continuación las empanamos con el pan rallado. Hay que hacer esta operación a conciencia para que las pechugas queden bien empanadas y la cobertura no se despegue al freírlas.
Dejamos reposar los escalopes de pollo en una fuente, mientras calentamos el aceite en una sartén. Tiene que estar bien caliente para poder freír las pechugas de pollo haciendo burbujas como en la foto. Las freímos de una en una para no bajar la temperatura del aceite.
Tres o cuatro minutos por cada lado serán suficientes para conseguir un bonito color dorado. Una vez listas, las escurrimos muy bien y las dejamos reposar un par de minutos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y poder servirlas bien secas.
Con qué acompañar la receta de escalope de pollo
Para acompañar un buen escalope de pollo, tienes muchas opciones, todas ellas deliciosas. Lo más habitual es servirlo con unas patatas fritas, o servir una guarnición de arroz blanco, aunque en mi opinión casi todas las recetas de frituras y empanados agradecen una ensalada de lechuga y tomate tradicional como única compañía.
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