Prácticamente toda España presume de contar con una amplísima oferta de restaurantes italianos de todo tipo y condición, si bien parece que para encontrar ristoranti gastronómicos, de alta cocina de autor, podríamos pensar que hay que ir a capitales como Madrid o Barcelona. Nada más lejos de la realidad, pues los propios italianos han elegido al mejor exponente de su cocina de nuestro país llevándonos hacia la costa mediterránea, concretamente a la provincia de Alicante.
Allí tendremos que dirigirnos a Calpe (Calp), municipio y ciudad célebre por sus magníficas playas de arena fina, bonitas calas, bahías tranquilas y acantilados rocosos sobre costas vírgenes, con ese azul turquesa de sus aguas cristalinas tan reconocible. Es sin duda un destino perfecto para quien busque hacer una escapada buscando turismo marinero, y también para los amantes de la buena mesa.
La cocina tradicional de Calpe y alicantina en general merece por sí misma una visita a fondo, pero la ciudad acoge además un restaurante italiano que aspira a codearse con los mejores gastronómicos de España. Según el jurado de 50 Top Italy, Orobianco es el mejor italiano de nuestro país, ocupando el puesto 33 en la lista de los 50 mejores de todo el mundo, excluyendo la propia Italia.
Una reapertura que aspira a recuperar la estrella Michelin
Orobianco (Urb. Colina del Sol, 49-A, Calpe) abrió sus puertas en el año 2015, recibiendo una estrella Michelin en 2018 que pudo lucir tres años. Tras cerrar a mediados de 2022, acaba de reabrir tras acometer una profunda reforma que ha afectado tanto al local como a la identidad corporativa y el propio diseño de su oferta gastronómica.
El responsable de cocina del renovado Orobianco es Paolo Casagrande, italiano formado en la escuela italiana Alfredo Beltrame de Vittorio Veneto y que tras hacer callo en varios fogones europeos desembarcó en el Lasarte de Martín Berasategui, donde coincidió con David de Jorge. Lleva años al frente de Lasarte Barcelona, pero el proyecto de Calpe es su último reto más personal, donde ejerce como asesor gastronómico y principal imagen del proyecto.
Con Andrea Drago como jefe de cocina, Inés Correia como jefe de sala y una pastelería supervisada por Xavi Donnay, Orobianco aspira a recuperar la estrella y volver a ser un referente gastronómico no solo ya de cocina italiana, sino a nivel nacional e internacional, con la despensa y la tradición mediterránea por bandera, combinando la herencia italiana con el producto local y guiños a la cocina valenciana.
Cuenta con dos menús degustación, uno corto de 130 euros (con maridaje de 60 eruos) y uno largo de 165 euros (maridaje de 85 euros), pero además ofrece la opción de comer a la carta algunos de sus platos y postres más destacados, como el tartar de calamar, almendra, yema curada y guanciale, o el fusillone de pomelo rosado, galera y emulsión de franciacorta. También se adaptan a opciones vegetarianas y disponen de menú lunch a mediodía.
Hay que destacar además la situación privilegiada de sus instalaciones, en lo alto de una colina con vistas al mar y al peñón de Ifach, que se aprovecharán en temporada de verano con la apertura de su azotea, donde se podrán degustar tapas y cócteles de autor.
Pasta Grannies (el libro oficial): Aprende a elaborar la pasta como las abuelas italianas (Salamandra fun & food)
Imágenes | Orobianco
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