Que la auténtica carbonara no lleve nata no quiere decir que no podamos disfrutar de platos de pasta con una salsa cremosa que sí la incluya. Con un brick de nata ligera mi padre improvisaba en diez minutos plato sencillo que devorábamos casi igual de rápido, y estos tallarines con salsa de champiñones, ajetes y ajo negro son un poco mi homenaje a esas comidas familiares.
En realidad la inspiración me vino primero revisando un libro de Gordon Ramsay, cuyas recetas pocas veces sigo al pie de la letra pero siempre me dan ideas para cocinar. Él preparaba una lasaña abierta sin horno con portobellos y puerros, yo he preferido cocinar pasta larga y potenciar el sabor de la salsa usando ajos tiernos y unos dientes de ajo negro.
Ingredientes
- Tallarines 350 g
- Champiñones 250 g
- Ajos tiernos 100 g
- Dientes de ajo negro 2
- Nata líquida para cocinar 250 ml
- Vino blanco 120 ml
- Tomillo seco
- Romero seco
- Pimienta negra molida
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo hacer tallarines con salsa de champiñones, ajetes y ajo negro
- Tiempo total 20 m
- Elaboración 5 m
- Cocción 15 m
Limpiar los champiñones de la posible tierra y también lavar los ajetes. Trocear los hongos en cuartos o láminas y picar los segundos en rodajas no muy gruesas. Picar finos los dientes de ajo negro.
Poner a cocer la pasta en abundante agua salada siguiendo las indicaciones del fabricante para dejarla al dente. Guardar el agua de la cocción una vez escurridos.
Calentar un poco de aceite de oliva en una sartén o cazuela amplia y dorar los champiñones salpimentados a fuego fuerte hasta que cojan color. Añadir romero y tomillo al gusto, agregar el ajo negro y saltear un par de minutos. Incorporar los ajos tiernos y cocinar unos 6-8 minutos.
Añadir un chorrito de vino blanco, dejar que evapore el alcohol y cubrir con un vaso del agua de cocción de la pasta. Cuando haya reducido, echar la nata y remover bien. Bajar el fuego y dejar que reduzca durante unos 3 minutos. Rectificar de sal.
Con qué acompañar los tallarines con salsa de champiñones
Podemos echar la pasta a la cazuela y remover bien, o servir raciones de tallarines con salsa de champiñones por encima al gusto, y un buen golpe de pimienta negra. También se podría poner en la mesa un poco de queso parmesano recién rallado para que cada comensal se sirva a su gusto. Es un plato rápido y sencillo que sabe mejor recién hecho, con una ensalada ligera al lado y algún pan crujiente para acompañar.
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