Cuando era pequeña había algunas palabras de cocina que me daban mala espina, como potaje, cocido o estofado, y mi madre sabía que tenía que evitarlas para que yo comiera bien a gusto. Hoy me parece absurdo, la verdad, porque platos como este estofado de ternera con cebollitas y zanahorias es un ejemplo de cocina hogareña que apetecen todo el año.
Parece que este tipo de guisos solo pertenecen a los meses fríos, pero en mi casa nunca hemos dejado de tomarlos todo el año, y eso que vengo de Murcia. A veces el cuerpo se cansa de ensaladas o platos fríos y un estofado como este sienta de maravilla, eso sí, mejor dejándolo reposar un poco fuera del fuego si estamos en verano.
Ingredientes
- Ternera para guisar 350 g
- Harina de trigo 5 g
- Zanahoria pequeñas 2
- Cebollitas francesas 6
- Vino tinto 180 ml
- Tomate concentrado 10 g
- Tomate triturado 100 ml
- Laurel 1
- Tomillo seco
- Pimienta negra molida
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo hacer estofado de ternera con cebollitas y zanahoria
- Tiempo total 1 h 20 m
- Elaboración 20 m
- Cocción 1 h
- Reposo 10 m
Cortar la carne en trozos de un bocado retirando los posibles excesos de grasa. Añadir un golpe de pimienta recién molida y enharinar ligeramente, sacudiendo bien. Calentar un poco de aceite de oliva en una sartén o cacerola y dorar la carne de ternera durante unos 5-8 minutos. Retirar.
Pelar las zanahorias y cortar en rodajas o medias lunas. Picar el diente de ajo y pelar las cebollitas. Añadirlas a la cazuela y cocinar unos 5 minutos hasta que empiecen a ablandarse. Reincorporar la carne, dar unas vueltas y cubrir con el vino tinto a fuego fuerte.
Añadir el tomate, el laurel, el tomillo y salpimentar ligeramente. Llevar a ebullición, tapar y dejar cocer a fuego lento durante 1 hora. Vigilar el nivel de líquido de vez en cuando, agregando caldo o agua si fuera necesario.
Con qué acompañar el estofado de ternera con cebollitas y zanahorias
Como comentaba al principio, en estos días es mejor dejar reposar el estofado de ternera con cebollitas y zanahorias para que se temple un poco. Así además ganará en sabor, y el delicioso aroma que ya habrá inundado la cocina irá despertando el apetito de toda la familia mientras esperan su plato en la mesa.
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