Las raíces de estas flores tropicales son aéreas y tienen unas necesidades especiales en cuanto a la luz y el riego
O las amas o las odias. Las orquídeas son unas exuberantes flores que tienen a la misma facción de fans que de detractores, pero sea como sea, son semanas en las que se están preparando para florecer y sacar su mejor perfil, así que estar encima de ellas con cuidados extra no está de más para garantizar una abundante floración en casa.
El hecho de que las orquídeas absorban la luz con sus propias raíces, es decir, que estas sean aéreas, condiciona mucho a la hora de tenerlas en maceta. Esta siempre debe ser transparente para garantizar la entrada de la luz, de manera que la orquídea debe vivir en jarrones de cristal o macetas de plástico transparente.
Esto, lejos de ser un inconveniente, como puede parecer a priori, tiene ciertas ventajas a la hora de regarlas, pues este mismo jarrón de cristal o envase de plástico será ideal para alimentarlas como es debido.
Muchos, erróneamente, sumergen las orquídeas bajo el chorro del grifo y dejan que el agua se vaya marchando, pero el mejor sistema para regar la orquídea es por inmersión.
Una piscina en su jarrón
De este modo, ni siquiera hay que sacarla de su envase inicialmente, y simplemente es preciso colocar el jarrón en el que vive bajo el grifo hasta que el agua llegue casi a cubrirla.
En este paso, no hay que dejar que el agua alcance un mayor nivel porque el sustrato de corteza de pino echará a flotar, ni hay que dejar que el agua llegue al centro de la planta de donde nacen las hojas.
Es importante que el agua no esté ni muy fría ni muy caliente, sino a una temperatura ambiente que dará esta planta tropical toda la comodidad que necesita.
En esta especie de piscina, la orquídea debe reposar durante 15 minutos, media hora, o menos, rato en el que sus raíces habrán absorbido todos los nutrientes necesarios (se irán tornando verdes) para sacar adelante una floración de interés.
Después, hay que dejar que el agua quede bien escurrida sacando la maceta del jarrón o del envase, ya que en situación de exceso de humedad las raíces se pueden pudrir y terminar con la vida de la planta. Se puede dejar otros 15 minutos en el fregadero perdiendo el agua restante.
Las orquídeas hay que regarlas cada dos semanas hasta que termine el invierno o cuando se observe que las raíces empiezan a tomar un color entre blanco y gris que nos estará indicando. En época de mayor crecimiento, a partir de primavera, la frecuencia de riego debe ser semanal.
Foto |pikisuperstar/Freepik y Joana Costa
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