En los últimos años, el turismo de interior ha experimentado un auge considerable en España, especialmente durante los meses de otoño. Lejos de las costas atestadas de turistas, las provincias del interior ofrecen una alternativa perfecta para aquellos que buscan tranquilidad, historia y contacto directo con la naturaleza.
Las escapadas cortas a pueblos menos conocidos se han convertido en una opción ideal para quienes desean desconectar sin necesidad de recorrer largas distancias. En estas visitas, es fácil descubrir maravillas naturales y joyas arquitectónicas que permanecen fuera de las rutas turísticas más transitadas.
La provincia de Albacete, aunque a menudo eclipsada por destinos más populares, cuenta con un patrimonio de pueblos y paisajes dignos de ser descubiertos. Desde la fortaleza de Chinchilla de Monte Aragón, con su castillo imponente dominando el horizonte, hasta la belleza de Alcalá del Júcar, cuyas casas encaladas se descuelgan por las laderas del cañón del río Júcar, Albacete es un tesoro escondido en el sureste de España.
Sin embargo, entre sus rincones más bonitos, existe un pueblo que, aunque menos conocido, sorprende a todo aquel que lo visita: Liétor. Un destino que combina la tranquilidad del turismo rural con la majestuosidad de su paisaje natural.
Liétor es un pequeño pueblo situado a tan solo 50 kilómetros al sureste de Albacete capital, enclavado en un entorno privilegiado donde el río Mundo serpentea a lo largo de acantilados y barrancos que ofrecen unas vistas espectaculares.
Se puede llegar a Liétor fácilmente desde Albacete en menos de una hora en coche, tomando la carretera CM-3203. Con apenas 800 habitantes, este tranquilo pueblo parece detenido en el tiempo, ofreciendo una ventana a la vida tradicional manchega en un paisaje que, lejos de ser el típico llano albaceteño, sorprende con su relieve montañoso y su abundante vegetación.
La historia de Liétor está marcada por su pasado medieval, visible en las estrechas calles empedradas de su casco antiguo, donde las casas tradicionales se mezclan con antiguos palacetes y edificios religiosos que evocan épocas pasadas.
Qué ver y qué hacer en Liétor, Albacete
Uno de sus principales atractivos es la iglesia de Santiago Apóstol, del siglo XVIII, con su magnífico retablo barroco y su imponente fachada que se alza sobre el pueblo. No obstante, quizás lo más sorprendente de este pequeño municipio es la sensación de estar en un lugar donde la naturaleza ha moldeado tanto el paisaje como la vida de sus habitantes. Liétor es un lugar que parece desafiar la idea preconcebida de los pueblos del interior manchego, con su entorno de acantilados, valles y un río que da vida a todo a su alrededor.
Para quienes buscan turismo activo, Liétor es un destino ideal. El entorno natural que lo rodea invita a la aventura, ya sea a pie, en bicicleta o incluso en kayak por las aguas del río Mundo.
Existen numerosas rutas de senderismo que permiten descubrir los alrededores del pueblo, como el camino que lleva hasta el impresionante barranco de Liétor, un lugar de vistas espectaculares que no deja indiferente a quienes se atreven a recorrerlo. Este barranco, que se abre paso entre formaciones rocosas escarpadas, es perfecto para quienes disfrutan de la fotografía paisajística o simplemente desean relajarse en un entorno de calma absoluta.
Liétor, un destino perfecto para el turismo activo
Además, el turismo activo en la zona no se limita solo al senderismo. El río Mundo, que atraviesa el pueblo, ofrece la posibilidad de practicar deportes acuáticos como el piragüismo, lo que convierte a Liétor en un destino completamente diferente a los típicos pueblos del interior de Albacete.
La presencia de este río y el contraste entre sus aguas cristalinas y las formaciones rocosas que lo rodean hacen de Liétor un lugar único en la provincia. Para los amantes de la espeleología, los alrededores también ofrecen oportunidades de explorar cuevas y cavidades naturales que salpican el paisaje, añadiendo una dosis de aventura a la visita.
El patrimonio cultural de Liétor también es destacable, con varios puntos de interés que merecen una visita detenida. Además de la iglesia de Santiago Apóstol, el convento de Carmelitas Descalzos es otro de los edificios emblemáticos del pueblo, con su sobria arquitectura barroca y sus frescos interiores que transportan al visitante a otra época. La ermita de Belén, un santuario rupestre del siglo XVII, es otro de los tesoros que esconde el pueblo, situada en un paraje natural que invita a la reflexión y la calma.
Los alrededores de Liétor también ofrecen oportunidades únicas para conectar con la naturaleza en su estado más puro. A poca distancia del pueblo, se encuentra el nacimiento del río Mundo, un lugar que deja boquiabierto a quienes lo visitan, especialmente tras las lluvias, cuando el agua brota con fuerza de la cueva que da origen al río, creando una de las cascadas más impresionantes de la región. Este espectáculo natural atrae a excursionistas y turistas durante todo el año, convirtiéndose en una de las visitas imprescindibles de la comarca.
Liétor, con su combinación de patrimonio cultural y belleza natural, es un destino que invita a ser explorado a fondo. Un pueblo que, a pesar de no estar en las rutas más conocidas del turismo, ofrece una experiencia única en la provincia de Albacete.
Imágenes | Ayuntamiento de Liétor