Restaurante Karola Etxea, entrañable ambiente marinero en la parte alta del Puerto Viejo de Algorta

Tal como os comentaba hace unos días, en esta época es cuando más salimos y aprovechamos para comer fuera, dar largos paseos junto al mar, y visitar restaurantes como Karola Etxea o Casa Karola, un restaurante de entrañable ambiente marinero en la parte alta del Puerto Viejo de Algorta.

Este restaurante está situado en la parte alta del Puerto Viejo de Algorta entre calles empedradas de estilo marinero. Precisamente Karola Etxea está en una de estas casas típicas marineras de dos plantas, con más de 300 años de antiguedad y en la que la abuela Karola fundó el restaurante hace más de 40 años.

Ahora es su nieto, Gualberto Royo, quién regenta el restaurante desde el año 1997 y en cuyos fogones está al mando, Oscar Lizuain, quien con su saber hacer nos presenta una cocina de autor vasco marinera con un toque creativo delicioso como veréis a continuación.

Para llegar en metro es muy sencillo, y la forma más cómoda, ya que si no para dejar el coche tendréis que hacerlo algo más alejado por el escaso aparcamiento en la zona. En la Línea 1 de metro dirección Plentzia os debéis bajar en la parada de Algorta con salida por Telletxe, es la más directa.

Desde aquí bajad hacia el puerto, cualquiera os puede indicar, aunque está bien señalizada la zona. Mientras disfrutáis del paseo por las calles estrechas y empedradas típicas de puerto, podréis ver como se conservan muchas edificaciones marineras en perfecto estado o recuperadas.

En una de estas casas se encuentra el restaurante. A simple vista desde fuera no te imaginas lo que dentro te espera, y probablemente reservamos en Casa Karola por recomendación de otra persona, sino quizás no lo hubiésemos hecho.

En esta "casa" restaurante existen tres comedores habilitados en las estancias de la vivienda. Nosotros comimos en la parte de arriba, en el más grande, en una bonita mesa redonda junto a la ventana, una ubicación inmejorable.

El aspecto del local es típicamente marinero, lleno de enseres reales de pesca colgados a modo de decoración. Redes, aperos, timones, cañas, fotografías y hasta trofeos de pesca, como una cabeza de pez espada, adornan las paredes.

Como contrapunto, sillas y mesas lujosamente vestidas con manteles de hilo para dar la elegancia al establecimiento que respira "finura" por todas partes. Una vez sentados tuvimos que esperar unos minutos ya que las cartas disponibles no eran suficientes en ese instante.

Dejando atrás este pequeño "contratiempo" nos dispusimos a disfrutar de la velada. Como veréis a continuación somos de gustos tradicionales y en muchas ocasiones pedimos platos similares en diferentes restaurantes, para comparar y decidir en cuál vamos a repetir experiencia.

Los entrantes estuvieron compuestos por Gambas frescas de Huelva a la plancha, Almeja fina gallega en salsa verde y Lasaña de foie con compota de manzana y helado de tomate. Todo delicioso y que hablaba por sí solo. La salsa verde un poco diferente a como solemos tomarla, pero muy buena y la lasaña de foie una sorpresa realmente agradable.

Como plato fuerte me decanté por pescado como no, ya que es la especialidad del restaurante y podemos encontrar en la carta gran variedad de ellos, más los que haya fuera en el día. Pedimos lubina asada con guarnición para tres, dado que la pieza era enorme, y besugo también a la parrilla para dos personas.

Una vez hecha la pieza te la llevan a la mesa para decidir si quieres que te sirvan las raciones emplatadas o hacerlo tú mismo. En ambos casos nos lo hicieron las amables camareras. Cuando los platos están en la mesa, también dejan en la zona central la espina y cabeza para que "aproveches" lo que quieras.

El sabor y punto del pescado era exquisito aunque en la imagen no se aprecia bien. Realmente un pescado excepcional acompañado por patata panadera con cebolla caramelizada y tomate asado. Como imaginaréis casi no dejamos ni la espina.

A pesar de estar muy llenos pedimos postre. Variedad y calidad como pudimos comprobar en los que pedimos. Helado frito con natilla y fruta, que se trataba de masa filo frita y caramelizada con un interior de helado de vainilla. Muy rico, aunque quizás una cantidad excesiva para ser un postre.

Después de todos estos manjares llegaron los cafés y los chupitos, a los que invita la casa, por cierto, muy ricos. Muy contentos a la salida, y aprovechando un día precioso, sólo nos quedaba volver a casa dando un paseo para bajar la comida.

Restaurante Karola Etxea

C/ Aretxondo 22, Puerto Viejo 48990 Getxo(Vizcaya) Teléf. 944 600 868 Precio medio por persona a la carta: 60 euros

Espero que os haya gustado este recorrido por el Restaurante Karola Etxea, entrañable ambiente marinero en la parte alta del Puerto Viejo de Algorta. Nosotros desde luego salimos encantados y con la barriga contenta. Ya estamos ahorrando para volver en cuanto sea posible. Ahí lo dejo.

Más información | Karola Etxea En Directo al Paladar | Restaurante El Embarcadero. Comer de lujo en Getxo

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