Uno de los lugares que he visitado este verano durante nuestras breves vacaciones en mi tierra ha sido Pandelino, una bakery shop en A Coruña. Los amigos con los que hicimos una breve escapada de un día, y que conocen bien mis gustos por la estética y la comida no dudaron en llevarme a este nuevo local.
Desde ahora pasearme por esta magnífica ciudad ya no será sólo dar una vuelta por el puerto, visitar la Torre de Hércules, admirar las blancas galerías de la avenida de la Marina o tomarnos una tapita de raxo adobado. Conociendo un sitio como Pandelino ya tengo otra visita obligada que hacer.
El local lleva abierto poco más de un año, pero por lo que pude notar es un sitio ya bastante conocido, las tres veces que fuimos siempre estaba lleno de gente. Es probable que también su situación influya, ya que la bakery se encuentra en una zona bastante céntrica, por lo que es muy simple llegar hasta ella con pocas indicaciones si no eres de la zona.
Lo primero en lo que me fijé al entrar es en la decoración: altos techos, instalación eléctrica vista, estancia muy bien iluminada y decoración de estilo provenzal hacen del local, para mi gusto, un lugar donde te apetece tomar algo. Con mesas de varios tipos, para grupos grandes, para dos personas, mesas redondas o largas, e incluso una zona especial habilitada para que los más pequeños estén entretenidos un rato.
Nada más entrar se encuentra la zona comercial en la que puedes adquirir varios tipos de panes artesanales, muchos de obradores cercanos que les sirven cada día, así como bollería o pastas. También existe una zona refrigerada donde se encuentran bebidas variadas, zumos naturales, que también se sirven en la propia bakery, o comida para llevar como sándwiches y ensaladas con un packaging que da pena estropear.
Y si lo que quieres es hacer un regalo comestible, tienes para elegir entre mermeladas, té, chocolates, pastas y muchos otros productos gourmet que se encargan de prepararte en unas cestas monísimas sin descuidar ningún detalle. A estos deliciosos regalos se pueden unir toda la variedad de menaje y loza que incluyen en una mesa central que decoran exquisitamente.
Pero la parte más interesante sin duda es la comida que sirven. Empezamos el día desayunando por un precio muy razonable comparado con Bilbao. Zumo natural, tostadas y café fueron nuestra primera elección. El café es enorme y muy rico, con su crema justa y en el punto en el que lo pides. Las tostadas de pan artesano se sirven con mantequilla y unas deliciosas mermeladas que puedes adquirir también en la tienda. Recomiendo la de mandarina y la de limón.
Probamos también un par de tartas, la clásica New York cheesecake y la deliciosa carrot cake, ambas perfectamente elaboradas y con muy buen sabor y presentación. Las sirven a una temperatura correcta, fresquitas pero no frías, algo que me trae de cabeza en muchos sitios y que es importante para degustar correctamente según qué postres. Eso sí, las raciones me parecen enormes y una llega perfectamente para dos personas.
Por la tarde noche nos animamos a volver, ya que la anterior experiencia nos había encantado, para picar algo. Nos decantamos por una hamburguesa Gallega Gourmet de ternera ecológica, queso de arzúa, y patatas de Coristanco, que aparte de muy bien presentada estaba en su punto justo y muy rica; y un bocadillo de pechuga, espinacas, mostaza y lino que me comí en un abrir y cerrar de ojos de lo bueno que estaba.
Nosotros después de esto estábamos más que satisfechos, pero si te quedas con hambre tienen platos más fuertes como fideuá, risotto con bolettus, arroz abanda con calamar o tablas de quesos. También sirven tostas tan especiales como la de jamón ibérico Joselito y tomaquet, de ventresca, pimiento asado y ali oli, vegetal con salsa romescu, tomate seco y puerro confitado, o la de salmón y salsa tártara con cebollino fresco.
La variedad es amplia, tanto para desayunar, tomarte algo a media mañana, un té inglés o celebrar cualquier evento. Después de haber pasado un día estupendo y tomarnos nuestro último café en la bakery shop, no quedaba más que darnos un delicioso paseo por la playa y esperar a volver a mi querida Coruña para pasarnos otra vez por Pandelino. Mi experiencia ha sido tan buena que repetiré con seguridad en nuestro proximo viaje a mi terriña.
Pandelino
Rosalía de Castro, 7
15004 A Coruña
Tel. 981 207 584
Precio orientativo: desde 2 euros
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