Más de 100 años han pasado desde que los alicantinos Joan y Josefa emigraran hasta Barcelona con la idea de marcharse de viaje hacia Argentina. Fue en concreto en 1912, cuando esta pareja abandonó su pueblo natal La Nucía para embarcarse rumbo a Argentina.
“En esta espera las chufas que trajimos se hicieron horchata y Joan, el primero de cinco generaciones vendía por las calles, con una mesita y una jarra”, explican desde lo que ahora es una empresa consolidada del paisaje gastronómico barcelonés.
En aquel entonces Joan invitaba a los paseantes a probar esa bebida traída de Alicante al grito de “xe, prova”. Empezaron su andadura en el barrio del Born, donde vendían sus productos con la blusa y el sombrero negro de los valencianos, (él) y con falda negra hasta los tobillos y refajo (ella).
No fue más adelante hasta que los descendientes de la familia se establecieron en Poblenou, el actual emplazamiento, donde la empresa sigue a todo ritmo, pese a que una parte de la familia finalmente, tomó rumbo hacia Argentina, adonde se dirigían inicialmente.
El testigo vivo de toda aquella historia es El Tío Che, que en el año 1950 ya era un imponente negocio en el barrio de la mano de Jerónima, encargada de lavar horchatas, molerlas, licuarlas, batirlas, colarlas, enfriarlas, y hacer los helados a punta de brazo y buenas muñecas, además del cuidado de sus cuatro hijos.
Con la guerra encima
La empresa siguió adelante y, como todo entonces, se vio sorprendida por el estallido de la Guerra Civil, con bombardeos sobre el marinero barrio que llegaban desde el Mediterráneo.
En la Calle Wad Ras una bomba destruyó dos bloques de edificios: en uno de los bajos se encontraba El Tío Che. La bomba encontró a la familia en pleno horario de comida, por lo que solamente perdieron la tienda y la casa.
Pero se rehicieron de aquello, también de las intensas horas de trabajo que caracterizaban un barrio obrero como aquel en los años más duros en los que Poblenou se consideró el Manchester catalán por su fiebre fabril.
También superaron los episodios sucesivos que la historia de la ciudad les fue trayendo hasta la actualidad, cuando este es uno de los símbolos de la horchata en Barcelona con chufas DO Alboraya.
Aunque en el año 1997 incorporaron los helados, la ecuación sigue siendo sencilla: son pocos los que se acercan a este local y no se rinden ante el placer de una horchata original.
Se puede beber horchata de chufa con o sin azúcar tanto en verano como en invierno, natural y recién hecha. Ahora bien, la oferta también incluye leche merengada, granizados, helados, turrones, gofres y crepes, bocadillos y vermuts.
El Tío Che
- Dirección: Rambla del Poblenou, 44
- Teléfono: 933 09 18 72
- Precio: 10 €
- Horario: De domingo a jueves, de 10 a 0.45 horas. Viernes y sábado, de 10 a 1.45 horas.
Foto | horchateria_el_tio_che
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