El Alcázar Viejo es uno de los enclaves con más solera de toda la capital califal
En el corazón de Córdoba, el barrio del Alcázar Viejo, popularmente conocido como San Basilio, emerge como uno de los centros neurálgicos de la icónica Fiesta de los Patios, un evento que cada mayo transforma la ciudad en un espectacular despliegue de flores y colores.
Declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, la Fiesta de los Patios llena de visitantes y locales el casco histórico de la capital cordobesa, siendo el barrio del Alcázar Viejo uno de sus epicentros.
De hecho, es uno de los pocos barrios que durante el año también ofrece numerosas jornadas de puertas abiertas a sus patios, no abriendo exclusivamente durante mayo, razón por la que acercarse a él –también conocido como Alcázar Viejo– es un plan perfecto para la primavera.
Así surge además una tradición que, como leyenda, sostiene que la práctica de adornar los patios comenzó como una manera de mantener las casas frescas y coloridas durante el caluroso mes de mayo. Hoy en día, se ha convertido en una celebración vibrante que atrae a visitantes de todo el mundo.
En San Basilio, se pueden observar patios donde predominan flores como geranios, gitanillas y claveles, cada una contribuyendo con sus vivos colores rojos, rosas y púrpuras a la paleta vibrante del barrio.
Además, no es raro encontrar jazmines y buganvillas, cuyas fragancias embriagan el aire y complementan el espectáculo visual. Estos caprichos florales además no obedecen solo a la estética, sino que son especies bien adaptadas al clima caluroso cordobés, que ya en mayo empieza a marcar su particular tempo.
Para aquellos interesados en explorar la gastronomía local, San Basilio ofrece excelentes opciones de restaurantes donde la cocina tradicional cordobesa es la protagonista. Uno de los más destacados es Mesón San Basilio, conocido por su ambiente acogedor y su auténtica cocina. Los visitantes pueden deleitarse con platos típicos como el salmorejo cordobés, el rabo de toro o los no menos clásicos flamenquines.
Aparte, entre los patios imprescindibles, hay que mencionar algunos clásicos que no suelen faltar en cualquier visita como son el Patio de los Marroquíes, muy singular, debido a la mezcla que hay de macetas azules y de paredes encaladas, o el recóndito patio que aguarda en el número 14 de la calle San Basilio, una antigua casa de vecinos, original del siglo XVII, visitable todo el año y que mantiene el encanto de los clásicos patios andaluces, zaguán incluido.
También es el caso del patio de San Basilio 50, con el que abrimos este reportaje, y que es uno de los más reconocibles. También con algunos de los que esperan en la calle Postrera, que tiene varios patios visitables, algunos tan afamados como el que espera en el número 28.
También todo el año se puede descubrir el Palacio de Viana, otro tótem en esta festividad –ya fuera del alcázar viejo–, y que alberga una docena de patios distintos en los que embelesarse en cualquier momento, pero principalmente en primavera.
Imágenes | Puerta de los patios de Córdoba / Turismo de Córdoba
En DAP | Gastroguía de Córdoba: qué comer en la ciudad de los califas (y qué restaurantes no debes perderte)
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