Escondida entre Atocha y el parque del Retiro, esta nueva pastelería acaba de abrir para triunfar a tiempo para Navidad

No faltan ofertas dulces en Madrid para satisfacer el paladar goloso de vecinos y visitantes, pero tampoco sobran las propuestas más artesanas de autor que se salgan del molde repetitivo de las modas. Para ocupar ese hueco acaba de abrir en el barrio de Pacífico, muy cerca de la estación de Atocha y también del Retiro, Itama Pastelería, el último proyecto de la joven Irene Amat. Joven, pero que ya tiene un currículum encima con el que muchos veteranos soñarían.

Esta madrileña, que no cumple aún la treintena, tenía claro su destino cuando empezó a hacer sus pinitos en la cocina ya de muy pequeña, con su clara predilección hacia el mundo dulce. Con 16 años se lanzó a estudiar repostería, logrando el grado en la Escuela de Pastelería de Aranjuez. Y desde entonces no ha parado de trabajar al más alto nivel, primero en prácticas, y pronto con puestos de gran responsabilidad para su edad.

Discípula de Oriol Balaguer, llegó al StreetXO de Londres para trabajar como jefa de pastelería de Dabiz Muñoz en la ciudad inglesa, donde asimiló el alto nivel de exigencia del chef, pero donde también pudo empezar a desarrollar más su creatividad personal. Aunque sabía que lo suyo no eran los postres de restaurante, sino el obrador, por lo que tras un paso fugaz por Harrod's volvió a Madrid para trabajar como segunda de pastelería en el Hotel Ritz bajo las órdenes de Quique Dacosta.

Ahora, Amat acaba de abrir su propio proyecto en una calle que parece algo escondida y alejada de las grandes vías madrileñas del panorama gastronómico, pero a dos pasos de dos de los puntos más neurálgicos de la capital, un lugar idóneo para los viajeros que pasarán por Madrid antes y durante las fiestas navideñas.

Acaba de arrancar pero ya cuenta con la máxima valoración de quienes han traspasado sus puertas atraídos por los irresistibles dulces que lucen en sus vitrinas, elaboraciones que se mueven entre la repostería artesanal y la alta pastelería más de corte francés, con inspiración también asiática, y el toque personal de su autora, que adelanta que habrán más novedades pronto.

Cookies de diferentes sabores, pasteles individuales, rocas de chocolate, financiers, tartas y piezas de bollería ya se pueden adquirir en su local, con sugerentes combinaciones como el pastel de kiwi, manzana verde y lima, o la maxi trufa de praliné de avellana y chocolate, para los más chocoadictos, como ella misma se define. No falta la tarta de queso ni el brioche, que Amat prepara en forma de bollo individual relleno a rebosar de nata de verdad.

Imágenes | Itama Pastelería

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