El sistema de comunicaciones que desarrollaron los antiguos romanos en todos sus territorios conquistados fue una de las claves para el florecimiento del Imperio. Cualquier historiador daría lo que fuera por poder viajar en el tiempo para contemplar las grandes calzadas en su esplendor, aunque hoy podemos visitar algunos tramos que todavía se conservan en nuestro país.
La conocida como calzada romana de la Fuenfría es una de las caminerías históricas más relevantes conservadas en la Península, uno de los puntos de más interés para visitar en el Parque Nacional de Guadarrama, verdadero pulmón verde natural que comparten la Comunidad de Madrid y Castilla y León, en pleno Sistema Central. En el Valle de la Fuenfría destaca Cercedilla como municipio que atrae a muchos visitantes todo el año, con gran actividad en verano, y que además de numerosos atractivos de ocio en plena naturaleza guarda un importante patrimonio histórico-artístico y cultural.
Es el caso de esta vía, la más antigua que atraviesa el Parque, punto geográficamente estratégico que comunicaba las dos mesetas y que dio origen a una amplia red de caminos y calzadas menores en una amplia zona que se fue extendiendo más allá del propio Valle.
La calzada romana de la Fuenfría formaría parte en su época de la calzada que unía Toledo con Segovia, pasando por Titultia y Miacum, en la Comunidad de Madrid; las investigaciones arqueológicas confirman que es fue un segmento de la Vía XXIV del Itinerario de Antonino, remontándose su construcción al siglo I d.C, en tiempos del emperador Vespasiano.
Aunque ha sufrido diversas transformaciones y modificaciones a lo largo de los siglos, la calzada continuó utilizándose a lo largo de la Edad Media y años posteriores, mientras fueron acondicionándose nuevas rutas como las obras emprendidas bajo mandato del rey Felipe V en el siglo XVIII para facilitar el acceso hasta el palacio de La Granja.
Hoy son visibles y accesibles muchos tramos que se conservan de la época romana original, con rutas de senderismo bien señalizadas en una zona de gran valor paisajísitico y natural que siempre merece la pena visitar. A lo largo del recorrido se pueden contemplar además cuatro históricos puentes de piedra, en tramos desocupados de la calzada, y que junto con la propia vía fueron declarados Conjunto Histórico Artístico y Arqueológico Nacional en 1983.
Un buen punto de partida es el Parking de Majavilán o el Centro de Visitantes del Parque Nacional Sierra de Guadarrama (carretera de las Dehesas, km, 2), abierto de miércoles a domingo, si bien el acceso a la propia caminería es gratuito y accesible a cualquier hora todo el año, salvo inclemencias climáticas.
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Las rutas pueden planificarse según el tiempo, experiencia y condición física que cada uno desee, y siempre es buena idea volver a Cercedilla para explorar la localidad y conocer su patrimonio, además de poder degustar unas de las mejores croquetas de España y otras delicias para reponer fuerzas en la zona.
Imágenes | Miguel303xm - Javier Casado Tirado
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