Sargo al horno con patatas y puerro, la mejor receta con este pescado emparentado con la dorada, de carne blanca y sabor intenso

Preparamos la cama sobre la que vamos a asar el pescado. Para ello, cortamos las patatas en rodajas de medio centímetro, picamos la parte blanca del puerro en trocitos y picamos los pimientos en trozos de tamaño mediano. Sazonamos al gusto, y los repartimos en una bandeja de horno, regando con un poco de aceite de oliva. Lo ponemos a hacerse en el horno a 190º, durante unos 15 a 20 minutos.

Mientras se van haciendo las patatas, preparamos el sargo retirando las aletas y abriendo la parte de abajo para retirar las vísceras. Después, con un cuchillo afilado lo abrimos por la mitad, dejando la espina en un lado, para que nos sirva después de indicativo para saber cuándo está en su punto.

Salpimentamos el interior y cuando estén las patatas empezando a tomar color, ponemos encima el pescado abierto, tal como se ven en las imágenes que tenéis a continuación. Agregamos otro chorrito de aceite de oliva virgen extra y dejamos que se ase a la misma temperatura, durante unos quince a veinte minutos, dependiendo del tamaño del pescado.

Cuando veamos que la espina se desprende con facilidad, separándose de la carne, el pescado estará en su punto. Para un sargo de un kilo o kilo doscientos gramos, aproximadamente, serán necesarios casi 20 minutos de cocción, dependiendo de vuestro horno. Una vez listo, pasamos todo a una fuente, decoramos con gajos de limón y lo llevamos a la mesa bien caliente.