Aunque la Semana Santa para muchos haya perdido su esencia religiosa y ya no se estile tanto lo de no comer carne durante la Cuaresma, siguen apeteciendo estos platos de cuchara tradicionales al estilo de los que preparaban nuestras abuelas en aquellos días en donde la carne estaba prohibida.
Hoy os traigo un potaje de Cuaresma con bacalao y langostinos, una versión renovada del clásico potaje de vigilia al llevar un aporte de marisco. Con su verdura, sus legumbres en este caso los clásicos garbanzos y espinacas, acompañando al bacalao desalado, perfecto para reconfortarnos estas vacaciones o cualquier día de frío. Os va a encantar, os lo aseguro.
Ingredientes
- Langostinos 300 g
- Aceite de oliva virgen extra 70 g
- Agua 600 g
- Cebolla 140 g
- Dientes de ajo 2
- Zanahoria 80 g
- Garbanzos cocidos en conserva 400 g
- Pimentón de la Vera , 1 cucharadita
- Laurel 1
- Comino en grano al gusto
- Sal y pimienta al gusto
- Bacalao desalado 200 g
- Espinaca fresca 125 g
Cómo hacer potaje de Cuaresma con bacalao y langostinos
- Tiempo total 1 h 30 m
- Elaboración 30 m
- Cocción 1 h
Comenzaremos pelando los langostinos y reservando las colas. En una sartén calentamos una cucharada del total del aceite de oliva virgen extra y salteamos ponemos las cáscaras y las cabezas durante cinco minutos. Añadimos el agua y dejamos cocer durante 10 minutos más a fuego medio fuerte. Colamos el fumet a través de un colador de malla fina y reservamos.
En una cazuela ponemos a calentar el resto del aceite y salteamos la cebolla picada muy menuda así como la zanahoria y los dientes de ajo. Dejamos sofreír durante 15 minutos. Añadimos 60 gramos del total de los garbanzos y un vasito del fumet reservado. Pasamos la preparación por un turmix o por un pasapuré hasta lograr una pasta.
Añadimos el resto de garbanzos y el fumet restante, la sal, el pimentón, el laurel y el comino y cocinamos durante media hora a fuego lento. Agregamos el bacalao en trozos pequeños, las colas de los langostinos y las espinacas lavadas. Cocinamos durante 10 minutos más a fuego lento. Dejamos reposar unos minutos y servimos bien caliente.
Con qué acompañar el potaje de Cuaresma con bacalao y langostinos
Con su potente sabor a marisco este potaje de Cuaresma con bacalao y langostinos invita a que se acompañe con un vino blanco fresco como un Rías Baixas. Poned pan en la mesa, lo vais a necesitar, porque este plato de cuchara no solo es un plato, ¡es un platazo!
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