Me gustan mucho los salteados porque son una manera estupenda de preparar una comida rápida, nutritiva y saludable, y además nos permiten jugar mucho con los ingredientes. Esta receta de salteado de pollo con zanahoria y mezcla de arroz salvaje es un buen ejemplo de mi fórmula básica para este tipo de platos, que consiste en combinar una proteína con verduras y algún hidrato de carbono, como hicimos en el arroz salvaje con pollo y setas.
En esta ocasión las zanahorias las he cortado en bastoncitos porque así es más sencillo conseguir que queden al dente, ya que me gustan con un punto crujiente que hace buena pareja con el salvaje de la mezcla de arroz. Cada uno puede cocinar los ingredientes a su gusto, por supuesto, aunque cuando se trata de salteados de este tipo siempre recomiendo no pasarse demasiaso con los tiempos de cocción.
Limpiar las pechugas de pollos de posibles restos de grasa y secarlas con papel de cocina. Cortarlas en tiras y salpimentar. Picar la guindilla, desechando las semillas, y el diente de ajo. Añadir al pollo con el zumo de limón y dos cucharadas de aceite, mezclando bien. Dejar reposar como mínimo media hora.
Cocinar la mezcla de arroz salvaje según las instrucciones del paquete. Escurrir, enjuagar con agua fría y reservar. Pelar y cortar las zanahorias en bastones finos. Picar la cebolleta y pocharla en una buena sartén con el resto del aceite. Añadir el pollo y cocinar a fuego fuerte dos o tres minutos. Añadir la zanahoria.
Regar con el vino blanco, dejar que evapor un poco el alcohol y añadir la salsa de soja. Cocinar todo junto a temperatura media hasta que la carne esté lista y la zanahoria ligeramente blanda. Incorporar el arroz, saltear el conjunto un par de minutos y añadir un poco más de pimienta.
Con qué acompañar el salteado de pollo y zanahoria
El salteado de pollo con zanahoria y mezcla de arroz salvaje debe servirse en el momento, aunque si tenemos sobras podemos darles un golpe de calor cuando vayamos a consumirlas. Se trata de un plato muy completo por lo que podemos acompañarlo sencillamente de una ensalada al gusto, y finalizar la comida con alguna pieza de fruta.
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