Si ayer os propuse la receta del arroz con carabineros cocinado en el horno que planeé para agasajar a mi pareja en el día de San Valentín, hoy os cuento el plato que hizo ella hace unos días para sorprenderme a mí. Se trata de un rosbif con cebollas y gajos de manzana confitados, una receta que enamorará a vuestros novios, maridos o parejas, si la preparáis. A mí desde luego, me volvió loco de contento.
Para que sea una receta más ligera, en lugar de presentar con una guarnición de patatas fritas la acompañamos con unas manzanas cortadas en gajos, que hemos caramelizado y unas chalotas o cebollitas doradas en el horno. La carne quedará muy sonrosada pero perfectamente cocinada, aunque si la preferís con un color más pardo, podéis asarla con más temperatura en el horno, o también podéis pasarla por la sartén justo antes del momento de comerla.
Ingredientes
- Lomo de ternera 1.5 kg
- Manzana 2
- Cebollitas francesas 12
- Mantequilla 50 g
- Aceite de oliva virgen extra 2 cucharadas
Cómo hacer rosbif con cebollas y gajos de manzana confitados
- Tiempo total 1 h 50 m
- Elaboración 20 m
- Cocción 1 h 30 m
- Reposo 20 m
Comenzamos dorando el lomo de ternera o rosbif -que habremos mallado o pedido que nos aten en la carnicería-, en una sartén con 20g de mantequilla. No temáis dejarlo un par de minutos por cada cara. Por dentro apenas se cocinará pero tomará un estupendo color para después. Además, debido a las reacciones de Maillard de caramelización la salsa tendrá luego un color más oscuro y será más sabrosa.
En una fuente de horno ponemos la carne, la mantequilla que haya quedado en la sartén, las cebollitas y añadimos una cucharada sopera de aceite de oliva. Salpimentamos ligeramente y horneamos. Podéis hacer la carne a 190º durante una hora y media, para un aspecto más cocinado y de color pardo, o si como a mí os gusta la carne sonrosada pero cocinada, como se ve en la foto del collage un poco más abajo, asarla a 130º durante dos horas. Si metéis una sonda en el centro podréis controlar la temperatura en el corazón de la pieza para dejarla a vuestro gusto.
Una vez cocinado el rosbif, dejamos que repose, envuelto en papel aluminio durante 20 minutos para que los jugos recirculen y se asienten. Además así será mucho más fácil cortar tajadas finitas. Mientras, retiramos las cebollas que se habrán cocinado muy lentamente con la carne y sus jugos. Para hacer la guarnición, cortamos dos manzanas en gajos como si fueran patatas y las doramos con 30g de mantequilla. Cuando estén las manzanas, metemos también las cebollas confitadas y las doramos para que tengan mejor pinta.
Para hacer la salsa, recogemos los jugos de la cocción que quedaron en la fuente del horno, desglasamos con un chorrito de vino o cognac y trituramos con la batidora, añadiendo una de las cebollitas confitadas para que la salsa tenga más cuerpo. Servimos aparte en salsera.
Con qué acompañar el rosbif con cebollas y gajos de manzana confitados
En el propio nombre tenéis la respuesta: para acompañar el rosbif con cebollas y gajos de manzana confitados hemos elegido precisamente esa guarnición sencilla y sabrosa que sin duda le va a encantar a todo el que la pruebe. De postre, para completar un menú delicioso, os propongo unas sorprendentes torrijas de horchata.
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