Estoy feliz con este plato de confit de pato, porque además de un aspecto estupendo y una combinación de sabores deliciosa, es una receta rapidísima de preparar con la que podemos sorprender a cualquiera de nuestros invitados o alegrar a nuestra familia en una ocasión especial.
El confitado es una forma de cocinar a baja temperatura que deja los alimentos tiernísimos y que en el caso de los cuartos traseros del pato, es incluso un nombre genérico, llado confit. El producto precocinado de muslos y contramuslos de pato confitados, recibe la denominación de confit de pato, que no se debe confundir con el magret. Este alimento lo podemos encontrar en latas y en paquetes de plástico, cocinado a falta únicamente de gratinar y terminar de cocinar.
Otras recetas estupendas que podemos hacer con esta pieza exquisita es el confit de pato a la naranja o aprovechar algunas sobras para una ensalada de pasta con confit de verdadero lujo.
Comenzamos preparando las peras. Las pelamos y cortamos en láminas de dos o tres milímetros de grosor, y las salteamos en una sartén con un pegote de mantequilla. En cuanto empiezan a tomar color, añadimos una cucharada de azúcar moreno y bajamos el fuego. Las removemos hasta que estén muy tiernas y con un color dorado.
Entre tanto, dejamos los confit a temperatura ambiente sobre una sartén, para que la grasa en la que vienen se desprenda y podamos usarla para freír las patatas. Nos ayudamos con el canto de una cuchara para retirar el resto de la grasa de pato y colocamos los confit en una fuente apta para horno.
Mientras pelamos las patatas, calentamos la grasa de pato y si vemos que nos falta, añadimos un poco de aceite de girasol para que no aporte sabor. Freímos las patatas en la grasa de pato y las escurrimos sobre papel absorbente de cocina. Encendemos el horno en función de gratinado y metemos los confit a 220º en la segunda ranura contando desde arriba, vigilando para que se tuesten pero que no se quemen. Tardarán unos diez minutos en estar listos.
Montamos el plato colocando en un lado las patatas fritas en grasa de pato, en otro lado unas láminas de pera caramelizada y el confit de pato en el centro. Para aumentar el brillo, regamos los confit con una cucharada de la grasa que hayan soltado en la fuente de horno.
Con qué acompañar el confit de pato con patatas fritas en su grasa y peras caramelizadas
Este confit de pato podemos servirlo como plato único, ya que consiste en una ración de carne, con dos guarniciones deliciosas y un genial contraste de sabores. Se hace tan rápido y está tan rico, que lo he preparado en comidas de pareja, cumpleaños, cenas de Navidad y ocasiones similares. Espero que os guste la idea.
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En DAP | Brochetas de Salmón marinado en soja y aceite de sésamo