La receta de pollo asado a los cuarenta dientes de ajo lleva ese número exactamente, ni uno más ni uno menos, como podréis suponer no quiere decir que si os pasáis u os quedáis cortos no os vaya a salir, no por supuesto, pero así la he conocido desde siempre y así os la transmito. Lo bueno, pues que no es necesario pelarlos, que a primera vista puede parecer lo más tedioso de la receta.
Así pues ya no se que estáis esperando para haceros con un buen pollo de corral y tres o cuatro cabezas de ajo y hornear esta sencilla receta que no da nada de trabajo en la cocina, ya que mientras que hacemos otras cosas, se nos va preparando sola. Para adobar el pollo he utilizado sal rosa del Himalaya y pimienta negra recién molida, esto le aporta un contraste delicioso con el sabor a ajo que le queda a la carne.
Comenzaremos precalentando el horno a 200ºC. Separamos los dientes de ajo de sus cabezas pero los dejamos sin pelar. Derretimos la mantequilla y pincelamos por dentro el pollo. Introducimos la mitad de los dientes de ajo en el interior y cerramos con un cordel de cocina para que no se salgan. En un bol mezclamos la sal con la pimienta.
Volvemos a pincelar el pollo por el exterior y con las manos le vamos pegando la mezcla de sal y pimienta negra para que quede bien adherido a la piel. Colocamos el resto de dientes de ajo en una capa en una fuente de horno, el pollo encima y añadimos con cuidado el agua por un lateral. Horneamos durante una hora y media. Envolvemos el pollo durante quince minutos en papel de aluminio.
Con que acompañar el pollo a los cuarenta dientes de ajo
El pollo asado a los cuarenta dientes de ajo lo he acompañado de unas patatitas nuevas. Para ello, las freís en aceite a fuego bajo durante unos minutos hasta que las veáis blandas, y las dejáis terminar en el horno mientras que el pollo reposa en el papel de aluminio.
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