Yo soy de las que siempre ha defendido a los garbanzos en las mezclas de frutos secos de aperitivo, aunque siempre han sido más perdigones duros como piedras que un bocado sabroso. Hace tiempo que prefiero preparar esta legumbre en casa como picoteo, y aunque los garbanzos fritos y los salteados están ricos, desde que he dado con la receta definitiva de garbanzos crujientes al horno ya nunca más volveré a probar otra manera.
Porque seguro que quienes hayáis probado a elaborar garbanzos al horno os habréis encontrado con la desilusión de que perdían textura crujiente con el paso de las horas, por no hablar ya de los días siguientes. Con este método, que viene de la mano de los expertos de America's Test Kitchen, doy fe de que quedan absolutamente perfectos. Crujientísimos y sabrosos durante días, frescos y riquísimos para picotear a cualquier hora.
Yo he pelado los garbanzos antes porque me gustan más así y creo que quedan más finos y ricos, pero no hace falta hacerlo. Lo que sí es imprescindible es secarlos primero en el microondas y después dejarlos en el horno a temperatura media-baja durante un buen rato. Nada de prisas o pasarnos de calor, porque entonces pueden explotar. Queremos deshidratarlos y tostarlos poco a poco, sin quemarlos. Después, aún en caliente, se aderezan al gusto; una mezcla muy española de pimentón y comino les va de lujo.
Si los garbanzos son de bote, escurrirlos y enjuagarlos ligeramente con agua del grifo. Dejarlos en un colador grande para que escurran bien unos minutos. Si se desea, pelarlos con antelación.
Precalentar el horno a 175 ºC sin aire, calor arriba y abajo. Cubrir un plato grande con dos hojas de papel de cocina, echar los garbanzos procurando no amontonarlos demasiado y calentar en el microondas a unos 800KW de potencia durante 8-12 minutos; menos si son pequeños o están pelados, hasta 12 minutos si son más gordos o normales. Parar cuando alguno empiece a abrirse o estallar.
Echar en una fuente de horno donde quepan en una sola capa, añadir el aceite de oliva y mezclar bien sin amontonar. Hornear a media altura 30 minutos. Remover con cuidado llevando los garbanzos hacia el centro de la fuente, amontonándolos un poco y alejándolos de los bordes. Continuar el horneado durante 20-40 minutos más.
No deben explotar; si ocurriera es que ya están listos o el horno es demasiado potente. En caliente, echar en un cuenco o fuente y agregar las especias y la sal al gusto, removiendo bien para que se impregnen antes de que se enfríen. Esperar a que estén completamente fríos antes de servir y guardar en un recipiente hermético.
Con qué acompañar los garbanzos crujientes
Estos garbanzos crujientes son un picoteo o snack buenísimo para tomar a cualquier hora del día, sin nada más o con el aperitivo del fin de semana, cuando nos entre algo de hambre entre horas o en un menú de picoteo. También son un complemento delicioso para ensaladas, a modo de picatostes, o para coronar un gazpacho o cualquier sopa fría, también para las cremas de verduras calientes. Si se guardan en un recipiente hermético a temperatura ambiente aguantan crujientes y sabrosos una semana entera.
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