Una de las cosas buenas que tiene San Valentín es que la red se llena de tentadoras ideas para los amantes del chocolate. Así es como vino a mi vida esta tarta de queso y chocolate para dos, que ya ha pasado a formar parte de mi recetario personal por su delicioso resultado.
He modificado la receta original usando un molde único de 15 cm, sin complicarme tanto con el horneado. Es tan pequeña que me parece que no hace falta liarse con el baño maría o papel de aluminio. Además os animo a probar a no añadir más azúcar o edulcorante que el propio que ya lleve el chocolate; así lo hice en la segunda prueba y me gustó mucho más el resultado, potenciando el sabor del cacao.
Sacar de la nevera todos los ingredientes unos 30 minutos antes para que no estén tan fríos. Precalentar el horno a 170ºC y engrasar un molde redondo desmontable de unos 15 cm de diámetro, o forrar con papel sulfurizado.
Derretir el chocolate al baño maría y dejar enfriar ligeramente. Batir en un recipiente mediano el queso crema escurrido con el huevo, la vainilla, la sal y el azúcar, en el caso de emplearlo. Batir a velocidad baja hasta que quede homogéneo.
Añadir el chocolate derretido y mezclar con varillas para no introducir más aire, mezclando bien hasta obtener una masa cremosa y sin grumos. Agregar el yogur o queso (podemos ajustar añadiendo un poco más si quedara demasiado espeso), verter en el molde, igualando la superficie con una espátula, y hornear durante unos 50 minutos, hasta que al pinchar con un palillo en el centro salga limpio, o ligeramente manchado.
Es preferible no pasarse mucho de cocción para que quede más cremosa, así que mejor vigilar bien la tarta a partir de 45 minutos, porque cada horno es un mundo. Dejar enfriar fuera del horno antes de desmoldar y guardar en la nevera.
Para el glaseado tan solo hay que tamizar un par de cucharaditas de cacao en polvo y mezclarlas bien con un poco de agua tibia, hasta que quede sin grumos. Al enfriarse y reposar un poco espesará, pero se puede ajustar fácilmente la textura añadiendo más o menos cacao o agua. Si fuera demasiado amargo, añadir azúcar glasé o edulcorante al gusto.
Con qué acompañar la tarta de queso y chocolate
Con esta receta sale una tarta de queso y chocolate pefecta para compartir entre dos, aunque pueden salir perfectamente hasta cuatro raciones más comedidas. Es una delicia acompañada de frutos rojos, compota o mermelada de fresas, nata montada casera o buen helado de vainilla.
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