A pesar de ser una fruta que nos encanta, en casa consumimos pocos arándanos. Cuando lo hacemos suele ser para completar un cuenco de granola casera con leche, añadir un poco de alegría a un yogur o, sencillamente, por sí solos. Pero hoy, sin embargo, me he levantado con ganas de preparar con ellos un postre fácil y delicado.
Una pequeña barqueta se ha convertido en la tarta de arándanos que veis en la foto de portada y lo ha hecho de una manera muy sencilla. Yo he preparado la masa brisa o quebrada, que es bastante facilona y me encanta el resultado que se obtiene. Nada tiene que ver con la industrial, pero si es lo que tu prefieres, adelante con ello. Te ahorrarás tiempo y trabajo.
No se necesita ser un experto o experta en la materia, así que si buscas un postre lucido con que sorprender a tu familia, amigos, etc, esta es tu receta. Mi recomendación es que te hagas con arándanos de calidad, de esos que saben a arándano, para que el disfrute sea total. De lo contrario esta tarta resultará bastante sosa y habrás trabajado en balde.
Para la masa quebrada
Mezclamos la harina con la sal y le agregamos la mantequilla, que tiene que estar muy fría. Trabajamos con las puntas de los dedos para incorporarla a la harina, formando una especie de migas. Añadimos tres cucharadas de agua muy fría y mezclamos hasta incorporar. No hay que amasar.
Espolvoreamos un poco de harina en la encimera y extendemos la masa con ayuda de un rodillo, tiene que quedar fina. Cubrimos con ella la base y los laterales de un molde desmoldable de 24 cm, retirando el sobrante. Guardamos el molde con la masa en la nevera durante 20 minutos para que endurezca un poco.
Pinchamos la base con un tenedor y cubrimos con papel vegetal y legumbres viejas y secas. Llevamos el molde al horno, precalentado a 200ºC, con calor arriba y abajo, y cocemos 15 minutos. Después retiramos el papel con las legumbres y le damos cinco minutos más de cocción. Esto es lo que se llama cocer en blanco.
Para el relleno
Mientras la base de la tarta se atempera, batimos los huevos en un recipiente hondo junto con el azúcar hasta blanquear. Desleímos la harina fina de maíz en dos o tres cucharadas de nata y la agregamos a la mezcla de huevo junto con el resto de la nata y la esencia de vainilla.
Para el horneado
Volcamos la mezcla del relleno en el interior de la base de la tarta y colocamos por encima los arándanos, previamente lavados y secados. Llevamos la tarta al horno, precalentado a 180ºC con calor arriba y abajo, y la cocemos durante 25 minutos aproximadamente.
Retiramos la tarta del horno. Para evitar que se rompa, la dejamos enfriar sobre una rejilla metálica antes de desmoldar. Podemos espolvorear la tarta con azúcar glas antes de servir y acompañarla de unas hojas de menta fresca. Al gusto.
Con qué acompañar la tarta de arándanos
Hay quienes acompañan este tipo de dulce con un poco de helado y/o alguna que otra salsa, como la crema inglesa. Ambas opciones le van de maravilla a la tarta de arándanos, aunque está tan rica por sí sola que el disfrute lo tienes asegurado. Sírvela con un café o una infusión con toques amargos para contrarrestar su dulzor.
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