Hace años que no compro helados industriales y los elaboro caseros. Son sencillos, la crema se hace muy rápido y, si además tienes heladora, el trabajo es mínimo. Como en verano tenemos unas frutas deliciosas, me gusta aprovecharlas para hacer sabores variados y de ahí surge esta receta de helado de melocotón.
Si no tenéis heladora en casa, recordad batir el helado cada poco tiempo. Durante la primera hora incluso es conveniente que lo hagáis cada 10 minutos, y luego ir espaciando el tiempo hasta que se congele. Así evitaréis que se cristalice, y podréis disfrutar de un buen helado cremoso.
Lavamos y secamos los melocotones. Retiramos, con ayuda de una puntilla, alguna parte si está mala y troceamos el resto, desechando el hueso, en un cuenco. Echamos las gotas de limón, la miel y el azúcar y dejamos reposar durante 15 minutos.
Transcurrido el tiempo añadimos a la mezcla la esencia de vainilla y la nata. Trituramos todo con la turmix hasta obtener un puré muy fino y sin grumos. Pasamos a una jarra y refrigeramos hasta que la crema esté fría. En este punto, si tenemos heladora seguiremos las instrucciones del fabricante, y si hacemos el helado manualmente, lo batimos cada poco tiempo hasta su congelación.
Una vez hecho el helado, para conservarlo en perfectas condiciones, cubrimos con un trozo de papel de horno y tapamos muy bien. Este tipo de helado casero debe consumirse como máximo en cuatro días.
Con qué acompañar el helado de melocotón
El helado de melocotón se puede tomar todo el año si utilizamos melocotón enlatado para su elaboración, pero es ideal hacerlo en verano y aprovechar los melocotones frescos para hacerlo. Podemos acompañarlo de una salsa ligera de chocolate, o bien de frutas que contrasten en color y sabor, como los arándanos.