Los bollos de cardamomo son un dulce tradicional de los países nórdicos, concretamente de Suecia. Se suelen consumir con café, té, chocolate o alguna otra bebida caliente, una costumbre denominada “fika” que se practica tanto en casa como fuera de ella y en la que se sirven otras piezas de bollería.
En España no hay costumbre de condimentar los dulces con cardamomo, algo muy común en el norte de Europa. Las pastelerías y cafeterías están bien surtidas de estos bollos, que comparten escaparate con los cinnamon rolls o rollitos de canela, los tradicionales o los famosos bollos de Santa Lucía y otras dulcerías.
Si no los habéis probado nunca, os estáis perdiendo algo glorioso. Con esta receta os animamos a ello. Requiere de paciencia (por los dos levados que lleva) y hay que planificarse con tiempo, pero es una elaboración fácil y el resultado lo compensa todo. Son una verdadera delicia.
Ingredientes
- Harina de trigo (para la masa) 200 g
- Leche (para la masa) 105 g
- Azúcar (para la masa) 40 g
- Mantequilla (para la masa) 40 g
- Levadura fresca de panadería (para la masa) 5 g
- Sal (para la masa) 2 g
- Cardamomo molido (para la masa) 2 g
- Mantequilla en punto pomada (para el relleno) 35 g
- Azúcar moreno (para el relleno) 35 g
- Cardamomo molido (para el relleno) 2 g
- Huevo 1
- Azúcar perlado 20 g
Cómo hacer bollos suecos de cardamomo
- Tiempo total 36 m
- Elaboración 30 m
- Cocción 6 m
- Reposo 2 h
Para la masa. Calentamos la leche y le añadimos la mantequilla. Cuando ésta se haya derretido y la temperatura haya bajado un poco, añadimos la levadura, desmenuzándola con los dedos. Removemos para integrar.
En un recipiente amplio y hondo introducimos 2/3 de la harina. Agregamos la mezcla anterior y removemos unos minutos para integrar bien. A continuación incorporamos el resto de la harina, el azúcar, la sal y el cardamomo molido. Mezclamos bien antes de amasar sobre una superficie limpia durante unos ocho minutos o hasta que la masa esté bien lisa.
Engrasamos un recipiente con un poco de aceite y dejamos levar la masa en su interior, cubriéndolo con un paño, durante 60-90 minutos o hasta que doble su volumen. El tiempo dependerá de la temperatura ambiente: a mayor temperatura, menos tiempo de levado. Mientras la masa reposa mezclamos la mantequilla, el cardamomo y el azúcar moreno del relleno y reservamos.
Cuando la masa esté lista la amasamos un poco y la estiramos en forma de rectángulo. Extendemos sobre ella la mezcla del relleno y la doblamos en tríptico. Aplastamos ligeramente la masa para compactar. La cortamos en tiras de un centímetro, por el lado más largo, y enrollamos cada una de ellas.
Formamos los bollitos haciendo una espiral con cada tira y los colocamos, dejando espacio entre ellos, sobre una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado o un tapete de silicona. Tapamos con un paño y dejamos fermentar una segunda vez durante el tiempo necesario para que adquieran algo de volúmen (no tienen que doblar).
Pincelamos los bollos con huevo batido y los espolvoreamos con azúcar perlado. Si no disponemos de este último, podemos usar azúcar común. Cocemos los bollos en el horno, precalentado a 250ºC con calor arriba y abajo, durante unos 5-6 minutos o hasta que adquieran un bonito color dorado. Dejamos enfriar antes de servir.
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Con qué acompañar los bollos suecos de cardamomo
Tal y como hemos mencionado en la introducción, los bollos suecos de cardamomo se sirven con alguna bebida caliente: café, té, chocolate,... Nada nos impide tomarlos por sí solos y disfrutar de su esponjosidad, aroma y delicado sabor. Están tan buenos que uno solo sabe a poco. Ideales para media tarde o para la sobremesa.
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