La historia del tiramisú que quería recuperar su tradición

Esther Clemente

Colaborador

Soy una chica coruñesa, veterinaria de profesión y que por circunstancias de la vida acabé viviendo en Asturias donde llevo ya una buena temporada. Cuando me preguntan por qué me gusta tanto cocinar, siempre respondo lo mismo: "¡Por qué mi madre odia meterse en la cocina!".

Hay pocos que no conozcan los platos más emblemáticos de la gastronomía italiana, y es que es difícil encontrar a alguien que nunca haya probado una receta de pasta, una pizza o incluso un tiramisú, no solo en Italia, sino en casi cualquier ciudad podemos pedir alguna de estas especialidades que seguro las encontramos. Es por eso que ahora, el tiramisú, este postre clásico y extendido por todos los rincones del mundo, reclama su procedencia y su buen hacer tradicional.

Así, el gobierno regional de Véneto al frente de Zaia Luca pide a la Unión Europea que el tiramisú sea reconocido como una Especialidad Tradicional Garantizada, y para eso están aportando documentación histórica sobre su origen y elaboración artesanal, para de esta manera intentar revalorizar Treviso y el Véneto en el sector alimentario.

Pero, ¿de dónde procede el tiramisú? Muchas son las historias acerca del origen de este postre italiano. En la región de Véneto aseguran que nació en los años 70 de la mano de un joven pastelero llamado Roberto Linguanotto que por indicaciones de la entonces propietaria del local donde trabajaba, Ada Campeol, creó el postre de cuchara más famoso del mundo.

Ada Campeol en el periodo de lactancia de su hijo era alimentada por su suegra con bizcochos, café y huevo como una forma de reconstituyente, con esos tres ingredientes a la italiana se le ocurrió crear un postre al que posteriormente se le añadió nata montada, queso mascarpone e incluso mantequilla. Había nacido el tiramisú.

Otras historias enclavan el nacimiento del tiramisú en el siglo XVII en honor al Duque de Toscana, en el XIX como regalo al primer ministro de Italia e incluso muchos defienden que el tiramisú nació en un burdel italiano como un dulce para dar energía a los clientes, de ahí que su nombre se pueda traducir en castellano como “levantar el ánimo”.

En Véneto lo tienen claro, el tiramisú es suyo y quieren conseguir que sea una ETG tal y como lo es la pizza desde el año 2009. Luca lo logró para esta, ¿conseguirá de nuevo la certificación para el tiramisú?

Imagen | Raffaele Diomede para Wikimedia Commons
En DAP | Tarta tiramisú
En DAP | Tiramisú en vasitos

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