El Quijote tomaba lentejas los viernes. Y tú también deberías. Máxime hoy, que se celebra el Día de la Lenteja, una iniciativa de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Tierra de Campos para promocionar una de las legumbres más presentes en nuestro recetario, pero que nunca ha gozado de demasiada buena fama.
La lenteja, no nos engañemos, ha sido tradicionalmente una comida de pobres, obligatoria en muchas economías familiares para aportar la proteína que no se podía obtener a través de la carne o el pescado, en muchos casos inaccesibles. Como todas las legumbres, su consumo ha disminuido a lo largo del tiempo, un gran error que nos conduce a tener una dieta menos saludable desde el punto de vista nutricional y con un mayor impacto en el medioambiente.
Y es que la lenteja, cuando se consume de forma local, es uno de los cultivos más sostenibles que existen. No solo porque al optar por ellas comemos menos carne –cuyo impacto medioambiental es intolerable–, sino también porque apoyamos una agricultura más respetuosa con el planeta.
“Las legumbres en general no necesitan abonos nitrogenados”, asegura a Directo al Paladar Javier Alonso Ponga, director técnico de la IGP Lenteja de Tierra de Campos. “Cuando cultivamos lentejas no echamos ningún abono al suelo y nos ahorramos dinero y a veces el tirar exceso de nitratos”. Las lentejas, además, tienen un impacto positivo en la calidad del suelo, ya que ayudan a fijar el nitrógeno en este, lo que contribuye a un mayor rendimiento en las rotaciones de cultivos posteriores.
Si, además, nos fijamos en sus propiedades nutricionales, podemos afirmar con rotundidad que la lenteja, y el resto de legumbres, son la fuente de energía más barata del planeta. No en vano, la ONU incentivo su consumo el pasado 2016, que fue declarado Año Internacional de las Legumbres.
Un cultivo en declive
La lenteja es, probablemente, la legumbre cultivada más antigua de la historia de la Humanidad. Es contemporánea al trigo y la cebada y, normalmente, crecía junto a estos cereales. Curiosamente, la palabra “lente”, deriva del latín lens, que significaba “lenteja”, debido a la forma similar de estas.
Aunque su cultivo es originario del sudoeste asiático hoy se consume en prácticamente todo el mundo y, de hecho, Canadá y Estados Unidos son dos de los mayores productores. Y también la principal competencia de los agricultores españoles.
España es uno de los países de Europa que más legumbres consume. En concreto, tomamos al año unos 70 millones de kilos de lentejas, pero el 70 % de estas son importadas. “¿Por qué no se producen todas aquí?”, se pregunta Ponga. “Por una cuestión de coste, quizás. Y ¿por qué no se produce más lenteja de Tierra de Campos? Porque la gente no la pide”.
Actualmente se cultivan en la zona –situada entre las provincias de León, Palencia, Valladolid y Zamora– 5.000 hectáreas, pero podría llegar a sembrarse el doble. El problema es que todavía no es rentable. El cultivo de las leguminosas ha descendido dramáticamente en España. Según datos de la Asociación Española de Leguminosas (AEL), entre 1965 y 2015 la superficie cultivada con lentejas, garbanzos y judías ha disminuido en un 45%.
Son múltiples las razones que explican este descenso. En primer lugar, cada vez se consumen menos legumbres, pero además se trata de un cultivo muy desagradecido –tiene rendimientos muy variables en función de los factores climáticos–. Las oscilaciones en la política de subvenciones de la Unión Europea, aunque últimamente resulta algo más favorable para las leguminosas, tampoco ha ayudado. Y, además, hay mucha competencia.
Poniendo en valor las variedades autóctonas
El establecimiento del Día de la Lenteja sirve, precisamente, para poner en valor la lenteja de la Tierra de Campos, de tipo pardiña, frente a otras variedades. “Lo que tratamos de demostrar es que nuestra lenteja siendo buena, es distinta, y es una de las cosas que queremos transmitir a la sociedad”, explica el director de la IGP. “Es una lenteja pequeñita, bastante redonda, y cocida a fuego lento no suele perder nunca la cubierta, el hollejo, y es bastante mantecosa”. En definitiva, es ideal para todo tipo de guisos.
España cuenta, además, con otra IGP autóctona, la de Lenteja de La Armuña, de tipo castellano –más grande y clara–, que se cultiva en el norte de Salamanca.
Ambas variedades se comercializan envasadas y con el sello de europeo de IGP. Y aunque el Día de la Lenteja es una iniciativa de Tierra de Campos, su director insiste en que lo importante es transmitir lo positivo que resulta consumir lentejas en general, y si son españolas mejor: “Cuando comemos lentejas americanas estás favoreciendo a los agricultores de aquella zona y su medioambiente, si compras nuestras lentejas estás favoreciendo nuestro medioambiente”.
Nuevas formas de disfrutar la legumbre
Con motivo del Día de la Lenteja, 143 restaurantes repartidos por toda la geografía española ofrecerán hoy platos con la legumbre como protagonista. Por supuesto, muchos apostarán por las clásicas lentejas con chorizo, o, ahora que estamos en Cuaresma, unas clásicas lentejas viudas, pero otro de los objetivos de la campaña es, precisamente, poner en valor la lenteja para otro tipo de preparados.
En los restaurantes encontraremos por ejemplo hummus de lentejas –exquisito y muy fácil de preparar en casa–, cremas, sopas o hamburguesas.
En Directo al Paladar somos fanáticos de las lentejas y os proponemos decenas de preparaciones que te harán mirar de otro modo a esta legumbre. Prueba estos medallones de lentejas con salsa de yogur, estos tacos de lentejas al curry o esta ensalada de lentejas con vinagreta de mostaza y tu vida ya no será la misma.
Y si tienes ganas de más aquí tienes todas nuestras recetas con la lenteja como protagonista.
Imágenes | Pixabay/Jose Losada/IGP Tierra de Campos
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