Tener plantas de romero en casa es una bendición: su aroma y sus usos culinarios reclaman un espacio en la cocina y, por ello, un pequeño huerto de aromáticas es una excelente opción.
Asimismo, también es una gran idea tener este tipo de plantas en el huerto, ya que son un polo de atracción de polinizadores, y reactivan mucho la actividad en este tipo de vergeles.
Aunque para tener un romero cerca no hace falta, ciertamente, una gran inversión, pues es una planta bastante asequible que puede conseguirse en cualquier centro de jardinería, esta también puede reproducirse por esqueje.
En realidad, obtener nuevos ejemplares a partir de otras ramas es realmente fácil, pero hay que tener en consideración cuál es la parte de la que se extrae la futura planta.
De arrancarse la parte que no es correcta, la planta tendrá muchos más números de no prosperar, pues hay áreas de esta más propensas a echar raíces y tener una viabilidad futura.
Esto es, al tomar una planta de romero hay que fijarse en el color de las hojas. Las ramas más jóvenesson las que tienen un verde más claro, con algunas partes incluso blanquecinas.
En cambio, las más viejas son de un verde oscuromucho más intenso. Es importante elegir tallos con este color y consiguiente madurez, de manera que garantizará el futuro de la planta.
Además, no es necesario elegir una rama que salga directamente de la raíz, ni hay que cavar en la tierra, sino que es suficiente con cortar las ramas necesarias del color más oscuro posible y con longitudes de unos 15 centímetros.
Aparte del esqueje, serán necesarios pocos instrumentos y materiales: unas tijeras esterilizadas (basta con lavarlas con alcohol) para evitar plagas, una maceta y tierra.
Con todo esto, solo quedará cortar la rama e insertarla en una maceta con tierra, y después esperar 30 días hasta que eche raíces y se enganche. Habrá que mantener la tierra siempre húmeda (no encharcada) y que esté en un lugar luminoso.
Foto | Teona Swift
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