Rápidos, fáciles y veraniegos. El mundo de los huevos rellenos es infinito e inabarcable y es que, en esta receta de huevos, hay tantos librillos como maestrillos, pero todos coincidiremos en afirmar que es, por antonomasia, una receta que canta a vacaciones.
Con cuidado de la salmonella, claro. Razón por la que mejor recurrir a una mayonesa industrial y no jugárnosla, o a cocer bien los huevos para que luego no la liemos. Más allá de estos mimos, lo cierto es que nos permite crear un aperitivo que alimenta a un regimiento sin andarnos con muchas complicaciones.
En cierto modo, pocos cimientos hacen falta. Partiendo del huevo cocido podemos hacer auténticas virguerías con ellos. Otra cosa es que nos queramos dejar más o menos dinero, o invertir más o menos tiempo.
Sin embargo, yo soy partidario de que los huevos rellenos sean, en esencia, una receta de aprovechamiento que nos permita sacar del ostracismo de la despensa a algunas latas que están allí esperando su oportunidad.
No obstante, digamos que hay ciertos mínimos a la hora de concebir unos huevos rellenos. Mayonesa, evidentemente, y algún tipo de conserva de pescado formarán parte de la alineación titular. Luego ya se pueden tunear al gusto o al presupuesto que tengamos.
Lo más prémium suele ser apostar por la ventresca de algún túnido como el bonito del norte o del propio atún, pero son conservas algo más caras. Lo bueno es que nos permiten hacer más meloso el relleno del huevo en cuestión.
Sin embargo, yo juego una baza fácil para hacer más ricos los huevos rellenos y el secreto va a pasar por tunear la mayonesa para que nos dé un extra de juego y que, incluso, se puede hacer con la clásica mayonesa de bote.
Evidentemente, al gusto. A mí me gusta partir de una mayonesa de bote que se haga con aceite de girasol, que es la que mejor se va a adaptar a las modificaciones, pero podéis elegir la que queráis.
En este caso, mi solución fácil para mejorar la mayonesa en cuestión es añadir allí unos cuantos trozos de pimientos del piquillo asados. Nada de pimientos morrones sosos y cocidos en agua. No, piquillos asados, y si tienen el sello de la DO Pimientos de Lodosa, muchísimo mejor.
De hecho, nos puede venir bien hasta utilizar aquí los clásicos pimientos en tiras, que tienen menos fama que los pimientos enteros, y donde solo tenemos que darle unas cuantas vueltas de batidora a la mayonesa de bote en cuestión junto a los pimientos. Así vamos a dar color y sabor a la mayonesa sin esfuerzo.
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