Narcotráfico

La UCO se infiltra en el Atlántico para poner barrera a los narcos: "Los ojos del océano"

La Guardia Civil ha conseguido trasladar la información para incautar en Francia 1.500 kilos de cocaína y la interceptación de un narcosubmarino con 6,6 toneladas de droga

La UCO estrena un grupo de analistas contra los narcos: "Los ojos del Atlántico"
La UCO estrena un grupo de analistas contra los narcos: "Los ojos del Atlántico"LR

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha estrenado en los últimos meses un nuevo grupo de analistas marítimos contra el narcotráfico. Estos expertos buscan ser "los ojos del Atlántico" y recabar toda la información necesaria sobre estas organizaciones criminales que están en auge en el sur de España. Esta semana han conseguido un éxito al interceptar un narcosubmarino con 6,6 toneladas de cocaína. Así trabajan los "vigilantes del océano".

El embrión de esta unidad de Inteligencia Marítima sale de los responsables del Grupo Central Antidrogas. El objetivo es poner toda la carne en el asador para combatir a las organizaciones de los narcos. En menos de un año, los resultados ya se pueden comprobar sobre el papel.

Este grupo está en constante crecimiento y la finalidad es clara, según relatan fuentes del Instituto Armado a LA RAZÓN: "Tenemos que ser capaces de integrar toda la información que nos llega". Dicho y hecho.

Los analistas reciben los datos, que van desde sujetos peligrosos hasta la llegada de alijos, y seleccionan los objetivos. Toda su labor se hace en constante colaboración con el Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico (CRAIN) que trabaja en el sur de España. "Es una fuente de información vital. Muy necesaria", señalan estas fuentes.

El grupo de Inteligencia Marítima de la UCO
El grupo de Inteligencia Marítima de la UCOLR

Otra de las principales herramientas que tienen a su alcance es el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas MAOC-N. Esta plataforma permite a los agentes de la UCO conocer las trayectorias de las embarcaciones de alta velocidad que están próximas a España.

También les permite localizar las naves que entrar por el Guadalquivir y el Guadiana. "Compartir los datos es fundamental. Cuando conoces que una organización piensa meter cocaína en España tienes que juntar todas las piezas y vas armando el puzle", precisan estas fuentes.

Con la correlación de la información consiguen quién puede ser el comprador y sobre todo cómo piensan introducir la droga en la Península. Los sistemas de radar y las imágenes por satélite también les facilitan la tarea.

El trabajo de los analistas de la UCO

"Una embarcación sospechosa con un cambio de rumbo o el análisis de la velocidad. Todo ayuda", subrayan estas fuentes. No siempre es fácil llegar hasta estos narcos. Es un trabajo exhaustivo que requiere horas y horas de investigación policial hasta que encuentran el "match".

La importancia está en los detalles. En detalles tan pequeños como que uno de los miembros de una embarcación sospechosa sea de la misma zona que los narcos que pretenden introducir el alijo. Una aguja en un pajar que suelen encontrar.

En un principio estos analistas levantaron ciertas reticencias que han conseguido frenar gracias a su labor. Su día a día se basa en la comunicación con los otros grupos. Sea quien sea y sean de dónde sean.

Uno de los analistas de la UCO de la Guardia Civil
Uno de los analistas de la UCO de la Guardia CivilLR

A finales del año pasado, estos analistas recibieron una información de un gran cargamento de droga que pensaba llegar a Europa. De forma paralela, compartieron la información con la Drug Enforcement Administration (DEA). De esta forma las autoridades francesas consiguieron incautar una embarcación que tenía por nombre "Joao e María". En su interior había 1.500 kilos de cocaína.

Otra de sus diligencias que llegaron a buen puerto fue la "Operación Expósito". La Guardia Civil intervino un velero procedente de Brasil con cerca de 900 kilos de cocaína en aguas próximas al sur de Senegal. El destino de esta droga era Europa y se detuvo a los tres tripulantes. Para llevar a cabo la incautación, los agentes pidieron ayuda a la Armada francesa. También participó la DEA en la investigación.

"Los ojos del Atlántico"

Su actividad no ha cesado en los últimos días. La Guardia Civil y las Fuerzas Armadas de las Antillas intervinieron en aguas del Atlántico, al sur de la costa de Martinica (Francia), un pesquero de bandera brasileña denominado Ana Rosa, que transportaba 1.200 kilos de cocaína. La operación se saldó con la detención de sus cinco tripulantes.

La droga iba destinada al Golfo de Cádiz, donde previsiblemente sería trasladada a embarcaciones de alta velocidad para introducirla finalmente en tierra. La "Operación Atlantis" fue desarrollada precisamente por el Equipo de Inteligencia Marítima y también estuvo inmerso el CRAIN de la Zona de Andalucía.

Este es el mejor ejemplo del trabajo y el compañerismo de este grupo de guardias civiles que buscan ser los "ojos del Atlántico". Controlar el mar y apoyar a todos los equipos para remar en una dirección: acabar con el narcotráfico. La lectura de los datos que se recaban por parte de los analistas es una práctica cada vez más importante en el mundo global.

Las cifras del narcosubmarino: un coste de 500.000 euros y 30.000 para cada tripulante
Las cifras del narcosubmarino: un coste de 500.000 euros y 30.000 para cada tripulanteGuardia Civil

"Sacar el máximo partido a las herramientas que tenemos. No es un trabajo exclusivo de nuestra unidad y es que a día de hoy la información es un bien muy valioso", detallan fuentes de este grupo. Su labor es navegar por las bases de datos para encontrar las "alteraciones".

Su último gran éxito, que han conseguido junto al CRAIN, es la interceptación del primer narcosubmarino que fue localizado en alta mar. Los mandos prácticamente no daban crédito a que sus compañeros portugueses hubieran conseguido atrapar la embarcación, la droga y a sus tripulantes.

El narcosubmarino

Y es que los narcos cuando se ven totalmente abatidos deciden tirar la sustancia. Una pérdida que se puede reparar. Las cifras de la denominada "Operación Nautilus" reflejan la magnitud de la misma.

Los cinco tripulantes eran personas necesitadas de dinero. El plan era pasar unas tres semanas viajando a una velocidad media de 12 kilómetros por hora. Hacían sus necesidades en el exterior de la nave. Cobraban por este viaje una cantidad de entre 30.000 y 25.000 euros cada uno. El valor de esta embarcación era de 500.000 euros perfectamente ideado para transportar los 6.600 kilos de cocaína. El precio del alijo superaba los 132 millones de euros.

Este pequeño grupo de analistas reunió las pistas necesarias para que fuera detectado. Fue como buscar una aguja en un pajar. El trabajo de estos especialistas es así. Surcar el océano de forma virtual con datos como ojos y oídos. Los resultados van llegando y los narcos acaban detenidos.